SUCESOS

Denuncian Vandalismo en Iglesia de San Juan de los Morros y Amenazas a Sacerdote

La iglesia San Juan Pablo II en San Juan de los Morros ha sido blanco de actos vandálicos, mientras que su presbítero, Juan Manuel León, ha recibido amenazas de muerte. El vicario general, monseñor Raúl Ascanio, solicitó una investigación urgente para proteger al sacerdote, generando preocupación y apoyo en la comunidad.

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Actos vandálicos y amenazas de muerte han sacudido a la comunidad de San Juan de los Morros, específicamente en la iglesia San Juan Pablo II, ubicada en el sector El Guafal. El vicario general de la Arquidiócesis de Calabozo, monseñor Raúl Ascanio, ha expresado su profunda preocupación por esta situación, especialmente por las graves advertencias dirigidas al presbítero Juan Manuel León, quien es el responsable de dicho templo.

Según monseñor Ascanio, las amenazas recibidas por el padre León son severas y han causado una gran consternación entre los feligreses. El sacerdote, muy apreciado por su comunidad, ha estado recibiendo estas intimidaciones durante varios meses, aunque el origen de las mismas aún no ha sido esclarecido. Por ello, el vicario general ha solicitado a las autoridades competentes que inicien una investigación inmediata y exhaustiva para garantizar la seguridad del presbítero.

La situación ha generado una ola de solidaridad y apoyo en la comunidad, cuyos miembros se han acercado al templo para manifestar su respaldo al padre León. “El padre Juan Manuel es un guía espiritual y un ejemplo para todos”, han comentado algunos residentes, reflejando el sentir colectivo. El ambiente de preocupación persiste, especialmente después de los recientes ataques a la estructura de la iglesia, que actualmente se encuentra bajo vigilancia policial mientras se realizan las pesquisas correspondientes.

El Comité de Derechos Humanos de Vente Venezuela también se ha pronunciado sobre estos acontecimientos. La organización denunció que individuos no identificados irrumpieron en el templo causando destrozos, calificando el hecho como un grave ataque a la Iglesia y a la comunidad católica del país. En su comunicado, hicieron un llamado a la reflexión sobre la necesidad urgente de proteger los espacios sagrados y la seguridad del clero, subrayando que la promoción de valores religiosos nunca debería ser motivo de agresiones.

Con Información de Diario Contraste

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